martes, 16 de junio de 2009

Fragmento literario: "Beatriz y los cuerpos celestes" (Lucía Etxeberria)


No intentes enterrar el dolor: se extenderá a través de la tierra, bajo tus pies; se filtrará en el agua que hayas de beber y te envene­nará la sangre. Las heridas se cierran, pero siempre quedan cica­trices más o menos visibles que volverán a molestar cuando cam­bie el tiempo, recordándote en la piel su existencia, y con ella el golpe que las originó. Y el recuerdo del golpe afectará a decisiones futuras, creará miedos inútiles y tristezas arrastradas, y tú crece­rás como una criatura apagada y cobarde. ¿Para qué intentar huir y dejar atrás la ciudad donde caíste? ¿Por la vana esperanza de que en otro lugar, en un clima más benigno, ya no te dolerán las cicatrices y beberás un agua más limpia? A tu alrededor se al­zarán las mismas ruinas de tu vida, porque allá donde vayas llevarás a la ciudad contigo. No hay tierra nueva ni mar nuevo, la vida que has malogrado malograda queda en cualquier parte del mundo. Tengo veintidós años, y hablo por boca de otros.

Estas mismas palabras que repito las he leído en libros. Algu­nos se escribieron hace mil años, otros se publicaron hace dos. Porque al fin y al cabo todo lo que se escribe acaba por ser una nota a pie de página de algo escrito antes. Existe un solo tema, la vida, y la vida es siempre la misma: una misma radiación im­pregna al universo entero y no está asociada a ningún objeto en particular. Todos nuestros actos, todos nuestros amores, son re­peticiones de otros ya acaecidos y por eso siempre encontrare­mos en un libro la respuesta a alguna de nuestras preguntas. El problema radica en que no entenderemos nada de lo escrito en tanto no lo hayamos vivido de un modo u otro y me parece que yo ahora y sólo ahora empiezo a comprender frases leídas hace tiempo.

2 comentarios:

  1. Hola J,
    He leído con sumo placer este fragmento porque lo he encontrado realmente acertado, acertado. Dice la verdad. Es así la cosa. Quizá puedo entenderlo muy bien porque como ella misma dice, se entiende lo leído cuando se ha vivido.
    Y que cierto eso de que te vayas donde te vayas te llevas tu cárcel a cuestas...
    Me gustaría saber, palabra por palabra, cómo es que se te ha ocurrido incluir este fragmento aquí. Y también por qué te impactó tanto a ti que decidiste ponerlo.
    Saludos mil y, como siempre, gracias por tu trabajo.
    MR

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  2. Hola MR:

    Me alegro de que te haya gustado. A mí me pareció interesante publicarlo en el blog colectivo y por eso lo hice. El mérito es de Elena, que trajo este fragmento en la última cena que hicimos y que pidió a Edson que lo leyera.

    Muchas gracias por tus visitas y por tus ánimos.

    Javier S.

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